domingo, 6 de marzo de 2011

Leyendas del Fútbol II: Pavel Nedved


Pavel Nedved nació el 30 de agosto de 1972 en Cheb, Checoslovaquia, en el seno de una familia humilde, hijo de un granjero y de una ama de casa. Empezó a tocar balón y a jugar al fútbol a los 5 años, siendo inscrito en las filas del TJ Skalna donde aprendió los fundamentos básicos de este deporte. Después de 8 años, fichó por el RH Cheb en un período movido en el que pasó por tres clubes distintos hasta llegar al Dukla Praga con 18 años. Debutó en la temporada 1991-1992, jugando 19 partidos y marcando 3 goles.

Solo un año les duró aquél fenómeno del fútbol al Dukla Praga, lo que tardó el AC Sparta Praga en darse cuenta de la enorme calidad de Pavel. Estuvo en el AC Sparta Praga durante 4 temporadas, de la 1992-93 a la 1995-96, período durante el cual empezó a copar profesionalmente su palmarés: 3 Ligas (1 Liga de la Primera Divisón de Checoslovaquia, ya extinta, y 2 Gambrinus Liga) y 1 Copa de la República Checa. Fue este período en las filas del AC Sparta Praga el que le abrió las puertas de la selección nacional, con la que debutó el 5 de junio de 1994 ante Irlanda. Dos años después, el 1996, era convocado para la Eurocopa de 1996 en la que la República Checa lograba el subcampeonato tras perder en la Final contra Alemania por 2-1. Su buen papel en la Eurocopa le abrió las puertas del Calcio italiano.

Ese mismo año, el 1996, fichó por la Lazio. Debutó con el equipo el 7 de septiembre de 1996, y su periplo con los romanos se alargó hasta la temporada 2000-2001. En cinco temporadas, Pavel jugó un total de 207 partidos marcando 51 goles (1 gol cada 4 partidos), cifras muy destacables para un centrocampista. En las filas de la Lazio logró ampliar su palmarés sumando 2 Copas de Italia, 2 Supercopas de Italia y la tan deseada Serie A, lograda la temporada 1999-2000 (temporada del doblete de los biancocelesti). Además, ganó a nivel internacional 1 Recopa de Europa y 1 Supercopa de Europa.

Sin embargo, la historia de la melena rubia no iba a terminar en la Lazio. La Juventus de Turín pagó 42 millones de € para hacerse con los servicios de la "Furia Checa", continuando Pavel su travesía futbolística por el Calcio en un equipo que acababa de vender a Zinedine Zidane, jugador al que él debía hacer olvidar. Con el checo en sus filas, la Juventus se alzó con 2 Series A y 2 Supercopas de Italia, amén de los títulos en las temporadas 2004-2005 y 2005-2006 que les fueron retirados por el escándalo del Moggigate. La Juventus descendió de categoría a la Serie B, y con ella la Furia Checa, que se quedaba en el equipo para devolverlo a la élite del fútbol internacional, hecho que sucedería la temporada 2006-2007.

La temporada más destacable de Nedved con la Juventus fue la 2002-2003, en la que remontándole la eliminatoria de las Semifinales al Real Madrid de Zidane, los bianconeri se plantaban en la Final de la Champions League que perderían ante el AC Milan en los penalties (3-2), partido que Pavel no pudo disputar por acumulación de tarjetas amarillas. Amén de su éxito con la Juventus de Turín, Nedved logró volver a triunfar con la selección de la República Checa en la Eurocopa de 2004, llevando a su equipo a las Semifinales en las que fueron derrotados por Grecia.

A título individual, Pavel Nedved fue un centrocampista todoterreno físicamente muy fuerte, un pulmón sobre el terreno de juego. El motor de cualquier equipo. A esta excepcional capacidad física se le unía una capacidad técnica exquisita con el balón en los pies y un disparo desde la media-larga distancia aterrador. Fue, probablemente, el primero de los tantos medios todocampistas contemporáneos, capaz de jugar tanto asumiendo la función del creador del juego, como la del centrocampista zurdo o diestro, como la del centrocampista defensivo, como la del mediapunta más ofensivo. Destruía, creaba y definía. Recuperaba, pasaba en corto, en profundidad, asistía y marcaba. Jugaba y hacía jugar, ejerciendo la función de líder nato sobre un terreno de juego que él controlaba a su antojo.

Y fue el 2003 el año en el que se le reconoció toda su capacidad futbolística, su clase, su condición de estrella eterna de este deporte, imponiéndose en la 48ª edición del Balón de Oro entregado por la revista France Football. El colofón al palmarés colectivo e individual de un jugador que nunca quiso ser más que nadie y que antepuso su corazón bianconero a las ofertas de otros equipos europeos cuando la Juventus descendió de categoría. Un jugador cuyo único objetivo fue el de divertirse jugando al deporte en el que se inició a la edad de 5 años, y que por el camino se encontró con el máximo reconocimiento de todo el mundo futbolístico, que terminó rendido a los pies de su rubia y estelar melena.

La Furia Checa, eterna estrella.




Gerard Caelles, Balón Raso.


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