jueves, 31 de marzo de 2011

Por la boca muere el pez.

Tenía que pasar. Era inevitable. Cuando uno es incapaz de de salir a hablar en público ante las cámaras como máximo representante de una institución como el FC Barcelona para aclarar hechos determinados - porque es inoperante en el habla y en la faceta de la comunicación -, también debe asumir que será incapaz de no meter la pata en cualquier otro tipo de celebración cuando sea preguntado por la prensa. 

La astucia o se tiene o no se tiene. O se es ágil mentalmente, o no se es. Y Sandro Rosell no es un ejemplo de versatilidad intelectual. Empezó con mal pie en cuanto a su "don" comunicativo se refiere, siendo incapaz de transmitir algo más que gratuita gratitud el día que aceptó la presidencia del FC Barcelona. Siguió con mal pie cuando no apareció a aclarar los hechos acontecidos en vísperas del partido contra el Osasuna, cuando fue Pep Guardiola el que tuvo que explicar ante toda la prensa la razón por la que había sucedido lo sucedido, cargando con toda la responsabilidad de las acciones. Decidió seguir por la senda de la inoperancia cuando tras las acusaciones de dopaje vertidas por Juan Antonio Alcalá tardó mucho más de lo previsto en hacer acto de presencia para mostrar no solo inconformismo sino también rotunda oposición. Y hoy ha confirmado los pronósticos: terminará con mal pie. Nada más y nada menos que un "5-0" ha pronosticado hoy el señor Rosell de cara al partido de Copa del Rey contra el Real Madrid. Prudencia en estado puro. La humildad por bandera.

Pep Guardiola, máxima referencia culé haya quien haya en la Presidencia del club, se estará tirando de los pelos. No es para menos, porque "nuestro" Presidente acaba de tirar por los suelos, en una sola declaración, lo que el FC Barcelona de Pep Guardiola lleva tres años repitiendo día tras día: cada partido es complicado y si no se afrontan los retos con humildad y con respeto hacia el rival, cualquier día podemos caer. ¡Hasta el impresentable de Laporta mostraba más prudencia e inteligencia en este tipo de situaciones! 

Plou poc, però per lo poc que plou, plou prou, que decimos en Catalunya. Calco de Rosell, que habla poco pero por lo poco que habla, habla suficiente. Hasta demasiado. Y mal, muy mal. Y es que ante este tipo de situaciones uno se pregunta si realmente este señor está capacitado para dirigir una institución del calibre del FC Barcelona.




Gerard Caelles, Balón Raso.


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lunes, 21 de marzo de 2011

Leyendas del Fútbol IV: Thierry Henry


Thierry Daniel Henry nació el 17 de Agosto de 1977 en Les Ulis, Essonne, Francia. El pequeño futbolista francés pasó por distintos clubes de formación futbolística como el CO Les Ulis, el US Palaiseau o el Viry-Chatillon, firmando el año 1990 por el AS Monaco, tras ser descubierto por Arnold Catalano, ojeador del club, sin necesidad de pasar ninguna prueba pero con la condición que terminara su formación en la academia Clairefontaine. El mánager del Monaco por aquél entonces era Arsène Wenger, que le hizo debutar en el 1994 como extremo.

La ascensión de Thierry Henry en el Mónaco de Wenger concluyó con la conquista del título de la Ligue I la temporada 1996-1997 habiendo sido nombrado Jugador Francés Joven del Año (1996). En el Mónaco, equipo con el que marcó 20 goles en 105 partidos en Liga, se le abrieron las puertas de la internacionalidad con la selección de Francia. Y con su selección, el 1998, y a la prematura edad de 20 años, logró el Mundial de Fútbol que se disputó en su país siendo el máximo goleador de su equipo. Sus buenas actuaciones y su calidad no pasaron desapercibidas por los grandes europeos y fichó por la Juventus el 1999 previo pago de 10,5 millones de libras. En la Serie A italiana nunca triunfó, y el mismo año fue traspasado al Arsenal FC, reencontrándose con Arsène Wenger, por 11 millones de libras.

Sus primeros meses en el Arsenal fueron un calvario para el joven jugador francés. Se pasó 8 partidos sin marcar un solo gol y él mismo dijo que necesitó "redescubrir el instinto de marcar, esa reacción automática cuando estás frente al gol" y que "literalmente tuve que volver atrás en la escuela para ser reeducado sobre el arte de disparar". Generó muchas dudas entre los gunners la llegada del fenómeno francés, pero su mentor Arsène Wenger nunca dudó de su capacidad. Bien que hizo, porque terminó su primera temporada, la 1999-2000, anotando 26 goles con el equipo. Ese mismo año Thierry disputó la Eurocopa 00' con la selección de Francia, que venció en la Final a Italia por 2-1. Henry volvió a ser el máximo goleador de su equipo con 3 goles y amplió su palmarés internacional con otro título de prestigio.

Habiendo logrado un Mundial y una Eurocopa con apenas 22 años, la meteórica carrera de Henry, que aún no había conseguido ningún título importante con el Arsenal, siguió su curso llevándole a la consecución de 2 Premier League (2001-2002 y 2003-2004), 2 Community Shield (2001-2002 y 2003-2004) y 3 FA Cup (2002, 2003 y 2005). El año 2003 se hacía con otro título internacional pero menor, la Copa Confederaciones de la FIFA -que ganó Francia gracias a un gol de oro de Henry en la Final- marcada por la muerte de Marc-Vivien Foé, jugador camerunés. Mención especial merece el título de la Premier League de la temporada 2003-2004 que el Arsenal consiguió logrando la friolera de 90 puntos (11 de ventaja sobre el segundo, el Chelsea) y sin perder un solo encuentro, de la mano de un Henry estelar (máximo goleador con 30 goles) que lideró a los llamados "The Invincibles" al título.

Pero a pesar de tantos títulos y tan prestigiosos, a Thierry Henry le faltaba alcanzar la gloria con la consecución del título más importante que un jugador puede lograr a nivel de clubes: la Champions League. Tuvo su oportunidad la noche del 17 de mayo de 2006, en París y frente al FC Barcelona, pero su equipo pereció por 2-1. Desde aquél preciso instante supo que no volvería a disfrutar de otra oportunidad como la que acababa de perder con el Arsenal, y después de 8 temporadas en el Arsenal, fue fichado por el FC Barcelona por 24 millones de €. Henry quería cumplir el sueño de tener La Orejuda entre sus manos.

Llegó al FC Barcelona la temporada 2007-2008 bajo la condición de estrella, y en su primera temporada se estrelló, como todo el equipo. En las temporada 2008-2009 y 2009-2010 y tras el cambio de Pep Guardiola sustituyendo a Frank Rikjaard, se vio la mejor versión de Thierry Henry que anotó un total de 29 goles jugando como extremo (posición de la que Wenger le había alejado sabedor de sus posibilidades como delantero centro) debido a la presencia de Samuel Eto'o por el eje. Sumó a su extenso palmarés 2 Ligas Españolas (con exhibición del francés en el partido en el Santiago Bernabéu, marcando 2 goles para un resultado de 2-6), 1 Copa del Rey, 1 Supercopa de España, 1 Supercopa de Europa y la tan ansiada Champions League, lograda tras vencer al Manchester United en la Final por 2-0. El "14" francés había cumplido su sueño.

Nunca ganó un Balón de Oro. Conquistó un Balón de Plata el 2003 y un Balón de Bronce el 2006. Una 2ª posición en el FIFA World Player (2003) y otra 2ª posición en el FIFA World Player (2004). Pero tampoco necesitó ganarlo nunca para que el mundo del fútbol le rindiera pleitesía. Thierry Henry quedará en la historia de este deporte como el máximo goleador de la selección francesa (habiendo superado a Michel Platini) y el máximo goleador en la historia del Arsenal FC, con 226 goles; casi nada. Individualmente el jugador francés siempre destiló muchísima clase. Para definir a Henry con una sola palabra sería necesario que un mismo concepto aunara elegancia, técnica, rapidez, exquisitez, velocidad, agilidad, desborde y categoría. Mucha categoría. Y una diestra con un interior de ensueño protagonista de balones enroscados imposibles que rozaban las porterías en sus escuadras inmiscuyéndose en sus redes sin que absolutamente ningún portero pudiera darles caza. Henry siempre fue sinónimo de nº1. Eso fue Thierry Henry, un grande.

Merci monsieur "14" Henry.




Gerard Caelles, Balón Raso.


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viernes, 18 de marzo de 2011

El silencio de Florentino.

Ante todo, pedir disculpas por darle más importancia a lo extrafutbolístico que al propio fútbol en sí, pero considero este affair bien lo merece por su trascendencia. El día 14 de marzo de 2011 nos despertábamos algunos con una información que, de ser cierta, iba a levantar mucho revuelo: Alcalá afirmaba en la cadena COPE que el Real Madrid iba a pedirle a la RFEF que mejorara la calidad de los controles anti-dopping – información que él, reiteraba, le llegaba de un alto cargo del Real Madrid –, no entendiendo cómo el Valencia pudo tener contacto con Eufemiano Fuentes ni cómo en el Barça seguían trabajando médicos de dudosa reputación, como ya expliqué en Fútbol, perdónalos porque no saben lo que hacen. Ya había lío.

La noticia llegaba a Valencia y Barcelona y, evidentemente, ambos clubs no se quedaron de brazos cruzados: emitieron sendos comunicados comunicando que rehuyen las prácticas de dopping. Adjunto a continuación el comunicado del FC Barcelona [1], enviado el mismo día 14 de marzo:

Ante las graves insinuaciones difundidas la pasada noche por la Cadena Cope, el FC Barcelona quiere expresar públicamente su absoluta indignación por estas infundadas alusiones que vinculan al Club con prácticas de dopaje y quiere manifestar su rechazo ante actitudes que no tienen nada que ver con el juego limpio y que afectan gravemente a la imagen de la competición deportiva. 

El FC Barcelona exige una rectificación inmediata y anuncia que sus servicios jurídicos ya estudian las acciones legales que deben iniciar para defender el honor del Club, de sus técnicos, jugadores y servicios médicos, objetivo por el cual está dispuesto a llegar a las últimas consecuencias.

Se esperó una respuesta durante el mismo día por parte de la COPE, cadena a la que se le envió un burofax exigiendo la rectificación. ¿Se produce la rectificación? Juzguen ustedes mismos [2]. Destacar que Alcalá no se retracta de sus palabras, sino que pide perdón si con ellas ha ofendido pues no era su intención. Dice literalmente "a lo mejor he pecado de pardillo o me han utilizado, ya que hay muchas veces que las fuentes que filtran después no dan la cara", dando a entender que aunque pide perdón "Si alguien se ha sentido ofendido pido perdón y, si hace falta, me pongo de rodillas", la información que proviene de un alto cargo madridista sigue siendo igual de válida y de cierta. Al día siguiente, el 15 de marzo de 2011, el FC Barcelona comunica que demandará a la cadena COPE por la información aparecida el día anterior [3].

Paralelamente, el Real Madrid no se pronuncia públicamente. Mantiene un silencio que yo entiendo como estabilizador: no querer generar inestabilidad considerando la importancia de la situación en la que se encuentra, pues el día siguiente se tiene que superar al Olympique de Lyon en Octavos de Final de la Champions League. Nos enteramos de que Florentino Pérez se ha puesto en contacto con Sandro Rosell y Manuel Llorente vía llamada para afirmar que el Real Madrid no tiene ninguna relación con este asunto, pero sigue sin pronunciarse públicamente. Quizás después de los Octavos de Final…

Pero nada. Se disputó el partido el día 16 de marzo de 2011 a las 20.45h. Me di un día más de margen para escribir sobre tal silencio. Y ya estamos a día 18 de marzo de 2011 y ni el señor Florentino Pérez ni el Real Madrid como institución han salido públicamente a aclarar la situación. No han querido ni afirmar ni desmentir, públicamente, si era cierta la información vertida por Alcalá y proporcionada, supuestamente, por un alto cargo del club blanco. Y muy probablemente ya no saldrán públicamente a aclararlo. Es curioso – y por qué no, sospechoso –,  sin embargo, que no vayan a hacerlo, pues al fin y al cabo las afirmaciones de Alcalá no eran otra cosa que un ataque directo a la imagen del club blanco. Del mismo modo que salieron el Valencia CF y el FC Barcelona a defender su honor, ¿por qué no iba a hacerlo el Real Madrid?

No hay necesidad de hacerlo después de cada rumor, mas faltaría. Pero quizás sea esa la clave, la palabra rumor: en este caso concreto la situación va más allá por el mero hecho, primero, de la gravedad de las afirmaciones, y segundo, por la constante reiteración por parte de Alcalá de que la información le llegaba de alguien del club. ¿Qué le costaba retractarse y pedir perdón a todas las partes implicadas si estaba mintiendo? De hecho, pidió perdón y afirmó que "a lo mejor he pecado de pardillo y me han utilizado" [2].

Así que dudo. Nadie en su sano juicio se arriesgaría a mantener una posición que sabe que es falsa y fruto de una mentira cuando se han generado tales consecuencias. Alcalá pide perdón, pero no se retracta. ¿Cuál es, a priori, la única razón por la que no iba a retractarse de sus palabras? Que fuesen ciertas. Y sería grave que lo fueran. Así que me atrevo a ir un poco más allá intentando encajar todas las piezas del complicado puzzle: quizás la clave esté en el silencio de Florentino.

Y es que es extraño que el Presidente de una institución como el Real Madrid no salga a la palestra a defender el honor del club, que es el que ha quedado dañado después de los hechos. Extrayendo la información disponible del comunicado de demanda del FC Barcelona en el que se escribe sobre la llamada de Florentino Pérez [3]:

El secretario y portavoz de la Junta también ha revelado una llamada de Florentino Pérez a Sandro Rosell: "El presidente del Real Madrid ha puesto en contacto esta mañana con nuestro presidente para darle sus explicaciones y manifestarle que no tiene nada que ver con estos hechos. Circunstancia que nuestro presidente ha escuchado y que, lógicamente, no tiene ningún motivo para no creer". 

Quizás os vaya a resultar rebuscado y retorcido, pero me gustaría destacar "darle sus explicaciones y manifestarle que no tiene nada que ver con estos hechos". Tercera persona del singular: él, es decir, Florentino Pérez, es el que no tiene nada que ver con estos hechos. ¿Y otros? Debo decir en mi contra que quizás se refería a "el Real Madrid", en cuyo caso mi conjetura carecería de todo fundamento. Pero, después de la actitud tan pasiva que ha tomado el club blanco en este peliagudo asunto, dejad que me acoja al "piensa mal y acertarás". Y es que de ser cierta la información que le llegó a Alcalá, entendería perfectamente que el Real Madrid no saliera a dar explicaciones oficiales públicamente: después de desmentir la información, el señor Alcalá saldría a la palestra en su defensa con el nombre y los apellidos del informador (si no lo hace ahora es probablemente porque no tiene ninguna prueba de la afirmación que supuestamente le hizo el alto cargo del club blanco). De perdidos al río.

Así que yo también apunto a Florentino Pérez. No como culpable, sino como cómplice. ¿Recuerdan cuando en la página oficial de la RFEF apareció un comentario jocoso como consecuencia del cual el Real Madrid pidió explicaciones? [4]. Quien considere que ese affair fue más grave que el que nos concierne estos últimos días está en su derecho más legítimo. No obstante, también yo estoy en mi derecho más legítimo de considerar que este affair es bastante más grave; de considerar que si una situación como la anterior requirió un comunicado, esta también lo requiere; de considerar, en definitiva, que el silencio de Florentino es un silencio de complicidad.

Fuentes:
[4]: http://es.eurosport.yahoo.com/19012011/47/liga-becaria-monta-lio-real-rfef.html


Gerard Caelles, Balón Raso.


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1/8 Final Champions League 2010-2011

Real Madrid - Tottenham Hotspur 

El Real Madrid se enfrentará a una de las revelaciones de la Champions League y de la Premier, el Tottenham Hotspur. Suerte a medias, porque el equipo inglés es de los que sabe jugar el balón y cuenta con jugadores de muchísimo talento y calibre como Luka Modric, Van der Vaart, Crouch o su jugador estrella Gareth Bale. La ida se jugará en el Santiago Bernabéu y la vuelta en White Hart Lane.

Chelsea FC - Manchester United

Duelo de titanes. El destino ha querido que los dos equipos ingleses más potentes de los últimos años se cruzaran en los Cuartos de Final de la Champions League. Son dos equipos venidos a menos con respecto la temporada pasada, pues el nivel del Manchester United ha bajado considerablemente aunque siga siendo el líder de la Premier League mientras que el Chelsea FC se ha descolgado de la lucha por el título liguero. Sin embargo, son dos de los mejores equipos del mundo, peligrosísimos en encuentros de este nivel. Un descanso para el resto de equipos que uno de éstos caiga en Cuartos de Final. La ida se jugará en Stamford Bridge y la vuelta en Old Trafford. 

FC Barcelona - Shaktar Donetsk

El FC Barcelona, como el Real Madrid, se enfrentará a otra de las revelaciones de esta edición de la Liga de Campeones. Ganador de la UEFA la temporada 2008/2009, es la primera vez que llega a unos Cuartos de Final de la máxima competición continental, y sin duda alguna un equipo venido a más. El FC Barcelona es superior, pero el Shaktar es un equipo muy peligroso al que ya le costó vencer en la Final de la Supercopa de Europa en la que los azulgrana necesitaron la prórroga. Un equipo correoso, el de Mirca Lucescu. La idea se celebrará en el Camp Nou, la vuelta en el nuevo Donbass Arena.

FC Internazionale - Schalke 04

El campeón de la edición anterior se enfrentará a la cenicienta de los Cuartos de Final. La suerte en este sorteo ha caído en Italia, porque el Schalke es el equipo más débil con diferencia de los ocho que se han plantado esta temporada en Cuartos. Después de la remontada contra el Bayern de Múnich en Alemania, se las prometen felices en Milán con una eliminatoria en la que no deberían tener muchos problemas: el Schalke es un equipo defensivamente muy frágil y a priori no tendrá muchas opciones ante el cuadro de Leonardo. Quizás la ventaja para los alemanes es que jugarán la vuelta en casa, ya que la ida se disputará en el Giuseppe Meazza.


1/4 Final Champions League 2010-2011

Real Madrid - Tottenham Hotspur vs FC Barcelona - Shaktar Donetsk.
Chelsea FC - Manchester United vs FC Internazionale - Shalke 04.

Si los equipos españoles vencieran en sus respectivas eliminatorias, se encontrarían en las Semifinales de la máxima competición continental. La suerte está echada. El morbo está servido.


Gerard Caelles, Balón Raso.


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martes, 15 de marzo de 2011

Abidal: un tipo entrañable. ¡Ánimos!

A veces hay noticias que a uno le llegan de verdad. Así me ha sucedido a mí con una noticia que nos sorprendía a todos esta noche: Éric Abidal tiene un tumor en el hígado y será operado el viernes. Es una sensación extraña e irracional, porque obviamente nunca me he cruzado ni tan solo unas palabras con él, pero la triste noticia me ha dejado un poco tocado.

Llegó al FC Barcelona dándolo todo y aún sigue haciéndolo. Y lo hizo cuando otros no lo hacían. No tuvo fortuna en sus inicios, pero persistió. Abidal siempre ha tenido una sonrisa para la afición, un saludo para los incondicionales que iban a recibir al equipo a la vuelta de los partidos. Siempre ha demostrado un grado de humanidad excepcional, una naturalidad encomiable y su buen humor me ha sacado más de una sonrisa. ¿Quién no recuerda su affair con las chaquetas de sus hijas?


Siempre luchó y ha luchado por un equipo y una afición que más de una vez le dio la espalda -me incluyo. Quizás eso es lo que hace especial a un tipo tan entrañable como Abidal: nunca jamás se ha rendido. Y estoy seguro de que no va a hacerlo ahora. Destroza el tumor y vuelve a disfrutar de la vida, ¡Abi!

¡Muchos ánimos!


Gerard Caelles, Balón Raso.


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Fútbol, perdónalos porque no saben lo que hacen.

Y es que no lo saben. O parece que no quieren saberlo. Ignoran cuánto daño le están haciendo a un deporte que vive hoy día a merced de unos personajes -a partir de ahora "periodistas"- que no hacen más que atentar contra todo aquello que se les pone por delante con total impunidad alegando a la libertad de expresión y de opinión. Sin embargo, no es nada nuevo: desde que tengo conocimiento de causa llevo leyendo, en artículos y editoriales deportivas, referencias -nunca exentas de malicia- a teorías conspiracionistas para justificar, por encima de todo, una derrota. Para demostrar que, al fin y al cabo, ni saben ganar ni saben perder; que no son dignos de formar parte de la nobleza que la palabra deporte representa en sí misma.

Todo empieza a tomar sentido, para mí, a partir de la temporada 1999-2000. Era el inicio de un lustro negro para el barcelonismo, de la llamada "travesía por el desierto" de la que alguna vez han hablado jugadores como Xavi Hernández o Carles Puyol, que por aquél entonces ya formaban parte de la plantilla del FC Barcelona. Fueron tiempos difíciles. Temporadas de vacío. En el Camp Nou no se disfrutaba el fútbol y en el marcador nunca se reflejaban buenos resultados. Cinco años a la deriva de un equipo perdedor y victimista, de una afición aquejada y pesimista, de un periodismo barcelonista tan patético como llorón. Árbitros, árbitros y más árbitros. Ellos eran los culpables de los males de un club que acusaba la inestabilidad institucional que le asolaba. Los árbitros eran el foco del dolor, el chivo expiatorio. Eran los culpables.

Que el Real Madrid ganara tampoco ayudaba. El eterno rival en la cresta de la ola y nosotros, los barcelonistas, enterrados bajo tierra. Y es que los blancos paseaban sus emolumentos -y su señorío- por Europa como los más grandes, que lo eran, disfrutando de La Séptima la temporada 1997-1998, La Octava la temporada 1999-2000 y La Novena la temporada 2001-2002. En can Barça clasificarnos para disputar la máxima competición continental ya era toda una odisea, y esa acrecentada diferencia entre los dos grandes eternos rivales dolía mucho en el seno del FC Barcelona. Tanto, que cualquier excusa era válida para el "periodismo" barcelonista con tal de no aceptar una realidad que no escapaba ni a la vista de los más pequeños -yo tenía apenas 10 años.

Pero la situación no iba a alargarse eternamente. Después de la victoria de Laporta en las elecciones para la Presidencia del FC Barcelona, Frank Rikjaard se hacía con el cargo de entrenador y llevaba a un club abocado al abismo a lo más alto por segunda vez en su historia, conquistando la Liga de Campeones 2005-2006. Después de los éxitos llegó el fracaso, y tras un pequeño período de inestabilidad en el que el Real Madrid iba a hacerse con un título de Liga que el FC Barcelona tenía en sus manos, Josep Guardiola ocupaba el cargo de entrenador en detrimento del holandés. 

En su día Johan Cruyff creó; Carles Rexach continuó, y Frank Rikjaard consolidó. Hoy, Pep Guardiola ha confirmado la consolidación de una filosofía y ha cambiado la mentalidad de una afición que empieza a quitarse la máscara del victimismo. Ha calado hondo en el barcelonismo -él fue en su día una referencia como jugador-, que se siente ganador. Y, aún más difícil, ha logrado revertir la tendencia de la situación: nunca antes se había hablado de árbitros en Concha Espina, y hago clara alusión al término Villarato acuñado por el "periodista" Alfredo Relaño; nunca antes se había hablado de equipos que tiraban sus partidos contra el FC Barcelona en el seno del madridismo, y hago clara referencia a las palabras de Mourinho tras el once inicial que Manolo Preciado alinea en el terreno de juego, y nunca antes se había hablado de un trato de favor a los azulgrana en términos de calendario en el Real Madrid, y vuelvo a aludir a palabras de José Mourinho. Pero por encima de todo, nadie antes había cruzado nunca la línea que separa el desafortunado lloriqueo del atentado premeditado.

Y ya lo han hecho. Ayer, en la cadena COPE, Juan Antonio Alcalá adelantaba en el Partido de las 12 lo siguiente: "[...] y lo segundo, que es lo que va a traer bastante cola y va a ser bastante polémico, el Real Madrid va a pedir que haya controles anti-dopping serios -no la broma que hay ahora- en toda la Liga Española en Primera División. ¿Por qué? ¿Por qué le da ahora al Real Madrid con ir a la Federación y pedir -insisto, palabras textuales de mi interlocutor hace escasamente 20-25 minutos, controles antidopping serios? Porque cree el Real Madrid que los controles que hay ahora en la Liga son una broma, que son unos controles que no son absolutamente nada, piensa el Real Madrid que es necesario tomar medidas y meterse muy en serio en este asunto y va un poco más allá: el Real Madrid no entiende que Eufemiano Fuentes trabajara con un club de Primera División, el Valencia en concreto, en el pasado, curiosamente cuando ganó dos Ligas -todo esto insisto versión del Real Madrid, porque me conozco mis clásicos. El Madrid no entiende que en la época en la que el Valencia ganó dos Ligas hubiera contactos, aunque no era su médico oficial Eufemiano Fuentes, y el Madrid tampoco entiende que haya otros médicos de dudosa reputación que también están trabajando con el FC Barcelona. Con todo ello el Real Madrid va a pedir a la Federación Española de Fútbol próximamente -en cuanto tenga la fecha insisto que lo digo- más nivel de arbitrajes -hasta ahí supongo que poca polémica- y controles anti-dopping serios -palabras textuales- en Primera División [...] ". [1]

¿Hasta dónde vamos a llegar? De momento, el FC Barcelona "hasta las últimas consecuencias", como reza en su comunicado: "Ante las graves insinuaciones difundidas la pasada noche por la Cadena Cope, el FC Barcelona quiere expresar públicamente su absoluta indignación por estas infundadas alusiones que vinculan al Club con prácticas de dopaje y quiere manifestar su rechazo ante actitudes que no tienen nada que ver con el juego limpio y que afectan gravemente a la imagen de la competición deportiva.
El FC Barcelona exige una rectificación inmediata y anuncia que sus servicios jurídicos ya estudian las acciones legales que deben iniciar para defender el honor del Club, de sus técnicos, jugadores y servicios médicos, objetivo por el cual está dispuesto a llegar a las últimas consecuencias." [2]

Las cosas han cambiado. Se ha rebasado el límite que nadie antes se había atrevido a cruzar. Desde pequeños nos enseñan que uno es responsable de sus acciones y que debe asumir las consecuencias. Las asuman ahora, "periodistas".

Fuentes:
[2] http://www.fcbarcelona.cat/web/castellano/noticies/club/temporada10-11/03/14/n110314116288.html


Gerard Caelles, Balón Raso.


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domingo, 13 de marzo de 2011

SportYou: ¿Más de lo mismo?

Sport, MARCA, El Mundo Deportivo y AS. No hará falta que los describa, pues de sobras es sabido que cada vez más se caracterizan por su poca seriedad deportiva y el aumento preocupante de sensacionalismo y fanatismo en detrimento de la objetividad en un mundo, el del periodismo deportivo, que se viene abajo. Quizás sea por eso que los habituales de este mundo buscamos otras formas de informarnos u otras formas de leer y discutir sobre el deporte: foros y blogs, mayormente.

Cuál fue mi sorpresa, grata por cierto, cuando navegando por el infame mundo del "periodismo" deportivo tuve la suerte de encontrar la página web de SportYou. Parecían distintos, más románticos; más ligados al periodismo informativo y alejados del fanatismo deportivo. Más serios. Más profesionales. Entraba asiduamente, y sigo haciéndolo, pero lo sucedido hoy al intentar publicar un comentario en un artículo del señor Eduardo Torrico ha hecho replantearme la realidad: quizás son como el resto. O quizás solo sea la del señor Torrico la excepción que confirma la regla de un periódico, SportYou, que siempre he tenido en buena consideración.

Todo esto a raíz del artículo de Eduardo Torrico en SportYou, que enlazo a continuación: http://www.sportyou.es/blog/futbol/2011/03/12/la-secta-crucifica-a-cr7-301000.html. En desacuerdo con casi todo lo expueso, me decidí a publicar un comentario que olvidé guardar en un documento word porque nunca pensé que iba a ser omitido. Inocente de mí. Quizás fui demasiado contundente, quizás hasta se sintió ofendido por mi réplica. Quizás merecí que mi comentario fuera censurado. Así que pensando que quizás me había equivocado, me decidí a escribir otro comentario que, cito textualmente, fue este:

Vayamos por partes.

 “Los de la secta del tiqui-taca ya han encontrado una nueva víctima propiciatoria para sus sacrificios rituales: Cristiano Ronaldo. Ahora les ha dado por decir que el Real Madrid juega mejor cuando no está el portugués. Bastaron 45 minutos, los del primer tiempo de Santander, en los que el equipo blanco practicó el mismo fútbol especulativo que el Barcelona (los de la secta lo denominan “jugar bien”), para crucifica a CR7 y para ignorar los 37 goles que lleva marcados esta temporada (a una media bestial de casi un gol por partido).”

Deduzco yo de esta afirmación que no sabe usted cuál es el significado de la palabra especular. De lo contrario, nunca habría definido el juego del Barça como especulativo: SIEMPRE se va al ataque, SIEMPRE se busca el gol, SIEMPRE se va a por el partido. NUNCA se especula con el resultado, NUNCA se especula con el devenir del encuentro.

Aquí no se sacrifica a Ronaldo. Se le critica, como se critica a tantos otros futbolistas. ¿Acaso es Cristiano diferente? Su media de goles es brutal, pero eso no quita para poder criticarle: es individualista y no hace mejores a sus compañeros. Cuando no jugó, se vio la mejor versión de todos los jugadores de campo. Cuando juega él, se ve su mejor versión.

“Al fútbol se puede jugar bien de muchas maneras. Una de ellas es el tiqui-taca del Barcelona (que, desde luego, sería mucho menos efectivo si no estuviera Messi); otra, es el fútbol directo, utilizando las bandas y buscando el contragolpe, del Real Madrid. Tan bueno es uno como otro. Tanto puede gustar uno como otro (yo prefiero el directo, porque me recuerda a aquel maravilloso fútbol que se practicaba en Inglaterra antes del masivo desembarco de extranjeros, especialmente de franceses). Y lo de los gustos, se pongan como se pongan los de la secta, es algo por completo subjetivo, por mucho que vociferen y que pretendan imponer el tiqui-taca por decreto ley.”

Quedaría mal decir que a usted no le gusta el juego del Barça por ser el Barça, así que no lo diré. Sucede, sin embargo, que el problema es que el Real Madrid ha jugado bien (entendiendo bien por juego bello y juego-espectáculo para el aficionado) pocos partidos, y resulta que uno de ellos ha sido el partido contra el Racing.

“Dicen que el Real Madrid ganó en El Sardinero jugando como el Barcelona. Pretenden que ése sea el nuevo estilo del Real Madrid. Y abogan porque no vuelva nunca más Cristiano Ronaldo a jugar con la camiseta blanca, para que éste no arruine su idolatrado tiqui-taca. Pero callan que el Real Madrid se las vio canutas para ganar el partido y que si el Racing, que no pasa de ser un equipo modesto, no llega a fallar el penalti lo más seguro es que ahora estaríamos hablando de otra cosa. Y olvidan que, tan sólo tres días antes, el Real Madrid le metió ocho goles a otro modesto, el Málaga, practicando ese fútbol directo que preconiza Mourinho, que tanto nos gusta a algunos y que tanto incomoda a la secta.”

¿El nuevo estilo del Real Madrid? El Real Madrid solo ha tenido un estilo en toda su historia, ganar. Ganar, ganar y ganar. Ese ha sido siempre su estilo. Y su meta. Juego asociativo y horizontal, juego directo y vertical o catenaccio, da igual. Lo más importante es que el juego, sea cual sea, fructifique en forma de victorias y de títulos. Ese es el estilo, y no otro.

¿Que no vuelva a jugar Ronaldo? Qué bien queda para victimizarlo y mitificarlo, ¿verdad?

Mourinho no preconiza el fútbol directo, no se equivoque. Mourinho solo preconiza un argumento: la victoria. Con el Oporto ganó, con el Chelsea ganó y con el Internazionale ganó. Los estilos de juego, bien distintos. O es que me dirá que el electrizante Chelsea se parecía al corto-circuitos que era el Internazionale...

Me parece muy bien que la secta sea cada día más numerosa. Lo que ya no me parece tan bien es que intenten imponer a la fuerza, como si de la peor dictadura se tratara, el único estilo en el que ellos creen. Me parece abyecto que se diga que todo lo que no sea el tiqui-taca no vale. Y, sobre todo, me parece una memez que ahora cuestionen la valía de Cristiano Ronaldo. Pero ya se sabe que cuando el tonto coge una linde, se acaba la linde y el tonto sigue.”

Los tontos son ellos, no yo. Esa es la conclusión a la que usted llega después de cuatro párrafos de letras juntas. Ninguna objeción a hacer, todo sea para que mi comentario sea aceptado. Al fin y al cabo, lo escrito queda retratado y lo suyo escrito está...


Un saludo!

Quizás infringí alguna norma principal que le llevó a omitir mi comentario. Quizás sigue siendo demasiado contundente y/u ofensivo (díganme dónde, se lo pido). Quizás me he ahogado en mi propia ignorancia y no soy capaz de discernir dónde he escrito líneas censurables. O quizás, solo quizás, haya personas que se hacen llamar periodistas que son incapaces de aceptar opiniones ajenas cuando estas golpean el artículo escrito por uno propio. Y otra vez, quizás sea por eso que nuestro periodismo deportivo está cayendo, cada vez más, un poco más bajo. SportYou: ¿más de lo mismo?


Gerard Caelles, Balón Raso.


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jueves, 10 de marzo de 2011

Oportunidades perdidas. Retornos inesperados.

Noche histórica para los alemanes. El Schalke 04 se ha clasificado para los Cuartos de Final de la Champions League tras vencer a un Valencia combativo y sacrificado, que terminaría el partido extenuado por el gran esfuerzo físico realizado durante todo el partido. El resultado de 3-1 a favor de los alemanes terminó siendo, sin embargo, demasiado cruel para un Valencia que se estuvo muy desacertado y se estrelló contra Neuer y la defensa alemana en cada acción ofensiva.

Y eso que el partido empezó bien para los españoles: en el minuto 16' un centro potentísimo de Topal desde la línea de fondo rebotaba literalmente en la testa de Ricardo Costa, que subía el 0-1 al marcador. Eliminatoria encarada -nunca mejor dicho- pero mucho partido por delante. Demasiado. Aún restaban 74 minutos de juego, siempre eternos en los duros campos alemanes, aunque el gol ayudó a un Valencia que disfrutó de buenas ocasiones y que dominó el encuentro hasta el fatídico golpe psicológico: en el minuto 40, cuando más duele, Farfán se lucía con un golazo de falta que empataba el partido y la eliminatoria.

El partido se reanudó al empezar la segunda parte, marcada por tres fases muy diferenciadas: la primera fase que se producía solo al empezar a rodar el balón y que se caracterizó por el respeto mutuo que le tuvieron ambos equipos al juego ofensivo: parecía una partida de ajedrez en la que cada uno de los movimientos, pensado y reflexionado hasta el último detalle, cobraba una vital importancia para el futuro desarrollo del encuentro. Duró 7 minutos, hasta el 52', cuando el Schalke se encontró con un gol que ni siquiera había buscado. Segunda fase: las prisas de los chés. Un Valencia venido arriba que seguía necesitando un gol para pasar la eliminatoria  y que jugó a dominar un partido en el que el Schalke, a pesar del gol, estaba cada vez más cerca del abismo. Muy cerca, hasta que Banega, orquestrador del juego combinativo del Valencia, salió del terreno de juego siendo sustituido por Tino Costa. Y es que a partir de este momento el Valencia dejó de controlar el encuentro y se inició la tercera fase: la desesperación. Un Valencia ya incómodo, físicamente agotado y mentalmente tocado, veía como a cada minuto que pasaba el sueño europeo se alejaba un poco más. Hasta que se les fue completamente de las manos en el tercer gol del Schalke, revelador del agotamiento valencianista, en el que tres alemanes se plantaban solos delante de Guaita para certificar la realidad: la de un Valencia superior superado.

No sería justo, sin embargo, alegar al poco acierto del Valencia para justificar la victoria del equipo alemán de los mineros. El Schalke no estuvo brillante, no jugó bien al fútbol y quizás no mereció ni ganar el partido, pero no se le suponía excelencia. Además, tampoco estuvo ausente ni perdido. Tiró de garra y de oficio y aprovechó los errores que le concedió el rival. Así es el Schalke 04, un equipo de mineros, y a ello recurrió ayer: picó la piedra con cuidado para terminar esculpiendo el resultado deseado. Y quizás ayer noche el máximo exponente de ese juego correoso del trabajo sobre el campo lo vimos reflejado en un Raúl que no dejó jamás de correr y que tiró de veteranía y experiencia para arañar tantos segundos como pudo en cada acción en la que tenía el balón. Ayer no se vio su mejor versión, pero sí la que siempre nos ofrece Raúl: la de un jugador incansable y trabajador que, después de 6 años, se planta en los Cuartos de Final de la Liga de Campeones. "El Muerto" ha vuelto. Y de qué forma.




Gerard Caelles, Balón Raso.


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martes, 8 de marzo de 2011

La Traición del Arsenal FC.

Permitidme unas disculpas. Lo siento de todo corazón. Siento que durante todos estos años haya confiado en el Arsenal FC, en el equipo de Arsène Wenger. Lo siento por todo el mundo del fútbol, por todos los que me rodean y por mí mismo. Lo siento de verdad. Hoy, 8 de marzo de 2011, el día en el que el Arsenal FC tenía que demostrar en el terreno de juego donde mejor fútbol se practica -el Camp Nou- que ellos también practican fútbol de alta escuela, escondieron la cabeza. ¡Y de qué modo! 

Hoy era una noche que debía quedar en la retina de todos los aficionados a este deporte como una de las mejores noches de fútbol de este deporte, al enfrentarse dos equipos que, a priori y desde hace ya muchos años, siempre han querido tratar al balón como un jugador más. Una noche que debía ser mágica para todos porque tendríamos que haber disfrutado de un magnífico partido de fútbol. Pero no lo hemos hecho, y el único culpable de ello ha sido el Arsenal FC de Arsène Wenger.

Y es que el partido de hoy solo ha tenido un equipo sobre el terreno de juego. El FC Barcelona ha dominado desde el primer minuto un partido que el Arsenal ha salido a defender. ¡A defender! La eliminatoria estaba 2-1 gracias a la victoria del equipo inglés en la ida, pero cuando eres un equipo que sabe jugar al fútbol, y esta es la regla número uno, jamás de los jamases debes salir a defender un resultado en el Camp Nou: el mismo fútbol dictará sentencia a tu traición. La primera parte no ha tenido nada especial: dominio, control y posesión apabullante para el FC Barcelona, y el Arsenal esperando atrás para salir en algún contraataque. El gol llegaba al término de la primera parte, cuando más lo necesitaba el Barça, y ahí terminaba el primer tiempo. 1-0 y descanso.

El 1-0 era un resultado insuficiente para el Arsenal, que salió con más ganas en la segunda parte. Exactamente 7 minutos le duró el hambre al Arsenal, lo que tardó Busquets en marcarse un gol en propia a la salida de un córner, en el minuto 52'. Subía el 1-1 al marcador, y la eliminatoria estaba a favor de un Arsenal -con margen de 1 gol, que de concederlo solo empataba la eliminatoria- que volvió a defraudar a sus seguidores, entre los que me incluyo, y a todo el mundo del fútbol encerrándose otra vez más para defender el resultado. Y lo hizo aún más cuando en el 56' Van Persie era expulsado por doble amonestación. Ahora, pensó Wenger, ya puedo justificar mi traición al fútbol. 

Y el fútbol no iba a perdonarle. No podía, después de tantos años, aceptar que un equipo que siempre ha sido amigo de las delicatessen decidiera cambiar radicalmente su discurso para justificar una victoria. Señor Arsène Wenger, no había otra: íbais a perder. Trece minutos de constantes ataques sobre la portería del Arsenal, trece minutos de asedio incansable. Trece minutos fue lo que necesitó el FC Barcelona para colar un balón a Xavi que definía ante Almunia -que había entrado en la primera parte tras la lesión de Szczesny- para subir el 2-1 al marcador y empatar la eliminatoria. Y quedaba más, el 3-1; la sentencia, solo dos minutos después, el juicio final que emitía Messi de penalty sobre un Arsenal condenado a morir.

Sin embargo, restaban aún 19 minutos de sufrimiento. Sufrimiento que fue tal más por el corto resultado que por temor al Arsenal, que seguía inoperante cediendo minuto a minuto en un partido que el FC Barcelona seguía controlando a placer. Pero inexplicablemente, el fútbol le dio la posibilidad al Arsenal de pasar a Cuartos de Final sin merecerlo: Adriano perdía un balón peligrosísimo en zona de creación en el 87', recuperándolo Wilshere y dando una asistencia de gol a Bendtner, que cuando lo tenía todo para marcar y clasificar a su equipo para los Cuartos de Final, veía como el gran Javier Mascherano le arrebataba el balón en el último instante, el más eterno de toda mi vida, evitando el 3-2.

Finalmente, y tras los cuatro minutos de añadido, el árbitro internacional Massimo Busacca señalaba el final de un partido que terminaba 3-1 y daba la clasificación para los Cuartos de Final a un FC Barcelona que estuvo sublime durante todos y cada uno de los minutos que duró el partido. El Arsenal, por su parte, empezaba a plantearse si quizás no se habían equivocado renunciando a su estilo y filosofía. Y es que el dato es de los que duelen: el Arsenal FC no disparó una sola vez contra la portería de Víctor Valdés.

PD. Hoy hemos visto al mejor jugador del planeta - Messi, por si lo dudaban - controlando el balón dentro del área, haciéndole un sombrero - de copa, bien marcado - al portero rival y finalizando con una volea de escándalo para goce de los aficionados al fútbol. Sublime. De otro planeta. Y los hay que aún dudan de su condición de mejor jugador del mundo...




Gerard Caelles, Balón Raso.


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¿Ya juegan como el FC Barcelona?

El pasado domingo 6 de marzo disputó el Real Madrid su partido liguero contra el Racing de Santander en el Sardinero, que terminó 1-3 a favor de los visitantes. Ganaron los blancos cómodamente en un encuentro que tuvo dos fases muy diferenciadas: la primera parte, caracterizada por la combinación entre el fútbol horizontal de control y el fútbol vertical de profundidad y un dominio claro y aplastante de un magnífico Real Madrid, y la segunda parte, dominada por el conformismo y el descontrol descafeinado de un partido que se le pudo haber complicado más de la cuenta al segundo clasificado de la Liga BBVA.

A raíz de la fantástica primera parte de los blancos, en la que vimos el que seguro fue el mejor gol del Real Madrid en lo que lleva de temporada y uno de los más bonitos que se han visto en esta Liga BBVA 2010-2011, ha surgido en la cabeza de algunos aficionados al fútbol -entre ellos, algunos madridistas- que "quizás este Madrid pueda jugar como el Barça". Nada más lejos de la realidad, pues no es lago un oasis en el desierto.


No juegan como el FC Barcelona. En primer lugar, porque el nivel de juego solo pudieron mantenerlo durante la primera parte: en la segunda parte ni rastro del magnífico juego asociativo que vimos durante los primeros 45 minutos, y si algo requiere siempre el fútbol es constancia y regularidad, amén de ser el único partido de todos los que llevan esta temporada en los que hemos podido apreciar fútbol horizontal, asociativo y de toque. En segundo lugar, porque con todos mis respetos hacia su rival, se enfrentaron al Racing de Santander, que no es ni el FC Barcelona, ni el Valencia, ni el Villarreal como tampoco un Chelsea, ManUtd o Arsenal. Y en tercer lugar, porque los jugadores del Real Madrid se caracterizan por ser explosivos, por buscar los balones al espacio antes que al pie y por ser jugadores que se encuentran cómodos en partidos rápidos y eléctricos, y que suelen rehuir la pausa que en tantas ocasiones requiere el fútbol horizontal.

Así que no se empecinen. Fueron brillantes en la ejecución de un fútbol distinto al que está acostumbrados a practicar, pero lo fueron solo 45 minutos. Ni juegan como el FC Barcelona, ni se preocupan de hacerlo: el sello futbolístico del Real Madrid siempre ha sido la victoria por delante del juego, y no va a ser distinto ahora que el proyecto deportivo lo encabeza un entrenador que tiene la victoria por bandera.




Gerard Caelles, Balón Raso.


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domingo, 6 de marzo de 2011

Leyendas del Fútbol III: Oliver Kahn.


Oliver Rolf Kahn, nacido el 15 de junio de 1969 en Karlsruhe, Alemania. Kahn fue inscrito el 1975 en las categorías inferiores del Karlsruher, dando sus primeros pasos profesionalmente el año 1987 en el Karlsruher SC, el equipo de su ciudad natal en el que debutará 3 años más tarde, el 1990. El mayor éxito de Kahn con el Karlsruher SC fue alcanzar las semifinales de la Copa de la UEFA en la temporada 1993-1994. Permanecerá en sus filas hasta el año 1994, momento en el que el Bayern de Munich pagó 2'5 millones € (muchísimo dinero por un portero en aquellos tiempos) por sus servicios.

Los inicios de Oliver Kahn en el Bayern de Munich no iban a ser nada fáciles. De hecho, la temporada 1994-1995, la posterior a la de su contratación, sufrió un revés importante en su trayectoria profesional: una lesión de ligamentos cruzados le apartaba del fútbol durante medio año. Pero nada iba a impedir que la trayectoria de Kahn estuviese plagada de éxitos deportivos. Sin ir más lejos, lograba su primera Bundesliga la temporada 1996-1997. Luego llegarían otras 7 Bundesligas, 6 Copas de Alemania, 6 Copas de la Liga como títulos nacionales, y 1 Copa de la UEFA, 1 Liga de Campeones y 1 Copa Intercontinental como títulos internacionales, amén de la Eurocopa del 96'.

Sin embargo, todo palmarés lleno de éxitos siempre tiene en contraposición momentos ácidos y amargos, difíciles de dirigir. Y seguro que "King Kahn" sigue recordando en sus sueños aquella fatídica noche de un 26 de mayo de 1999, en la que el Manchester United y su equipo, el Bayern de Munich, iban a disputar la Finalísima de la Champions League en el Camp Nou. No hay para menos: en una de las noches de fútbol más dramáticas que se le recuerdan a este deporte, el Manchester United le remontaba un 0-1 al Bayern de Munich en los 3 minutos de añadido para llevarse el partido y la Final de la Champions League por 2-1. Y era Kahn el portero que defendía, por aquel entonces, la portería de los alemanes.


Se dice de este magnífico portero alemán que era orgulloso, arrogante y excéntrico, muy excéntrico; un ego difícil de combatir en un vestuario, un tipo difícil. Y probablemente así sea. Pero lo que nadie podrá poner nunca jamás en duda es que Oliver Kahn fue, durante la década de los 90s y los inicios del nuevo milenio, el mejor portero del planeta. De todas sus virtudes, cabía destacar el respeto que imponía a sus rivales, su presencia e influencia sobre el terreno de juego -no en vano le apodaban "King Kahn" o "El Titán". Era físicamente muy poderoso y también muy contundente, a la vez que ágil, hábil y rápido. Tenía muchísimo control sobre su propia área, lo que se traducía en salidas oportunas y contundentes: nadie se atrevía a disputarle los balones aéreos, propiedad de Kahn. En los uno contra uno el delantero jamás encontraba espacio, siempre muy bien achicado por el alemán, y en los disparos a media y larga distancia se lucía con sus palomitas a mano cambiada. Merece destacar, además, su habilidad para parar penalties que, entre otros, le dio al Bayern la tan ansiada Liga de Campeones del 2001 ante un Valencia que se encontró 3 veces con Kahn en la tanda de penalties.

Y a pesar de ser este el deporte de los goles en el que los que más destacan son los delanteros y en el que el protagonismo de los porteros suele ser mínimo en la consecución de títulos individuales, el mundo del fútbol le hizo un sitio al Titán. Y es que Oliver Kahn bien merece un capítulo aparte como caso excepcional: además de las múltiples distinciones individuales como mejor portero europeo (1999, 2000, 2001 y 2002) y como mejor portero del mundo por la IFFHS (1999, 2001 y 2002), fue Balón de Bronce por la revista France Football en dos ocasiones (2001 y 2002), recibió el Premio Yashin al mejor guardameta del Mundial de Corea y Japón 02' y fue nombrado Balón de Oro del Mundial de Corea y Japón 02', Mundial que perdió Alemania frente a Brasil por 2-1, siendo paradójicamente determinante el error de Kahn en uno de los goles y recibiendo un total de solo 3 tantos en contra en todo el Mundial.

Oliver Kahn era distinto a cualquier otro portero y a cualquier otro jugador; quizás era su peculiaridad lo que le hacía tan asombrosamente especial. Kahn reencarnó la figura del portero decisivo que ganaba campeonatos, y él supo hacerse un hueco en un fútbol poco atractivo para los guardametas. Y es que verle parar era una auténtica gozada, una exquisitez futbolística, un magnífico regalo para los ojos de aquellos que supieran apreciar su inmensa categoría, nunca exenta de espectacularidad.

King Kahn, eternamente omnipresente.


Gerard Caelles, Balón Raso.


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Leyendas del Fútbol II: Pavel Nedved


Pavel Nedved nació el 30 de agosto de 1972 en Cheb, Checoslovaquia, en el seno de una familia humilde, hijo de un granjero y de una ama de casa. Empezó a tocar balón y a jugar al fútbol a los 5 años, siendo inscrito en las filas del TJ Skalna donde aprendió los fundamentos básicos de este deporte. Después de 8 años, fichó por el RH Cheb en un período movido en el que pasó por tres clubes distintos hasta llegar al Dukla Praga con 18 años. Debutó en la temporada 1991-1992, jugando 19 partidos y marcando 3 goles.

Solo un año les duró aquél fenómeno del fútbol al Dukla Praga, lo que tardó el AC Sparta Praga en darse cuenta de la enorme calidad de Pavel. Estuvo en el AC Sparta Praga durante 4 temporadas, de la 1992-93 a la 1995-96, período durante el cual empezó a copar profesionalmente su palmarés: 3 Ligas (1 Liga de la Primera Divisón de Checoslovaquia, ya extinta, y 2 Gambrinus Liga) y 1 Copa de la República Checa. Fue este período en las filas del AC Sparta Praga el que le abrió las puertas de la selección nacional, con la que debutó el 5 de junio de 1994 ante Irlanda. Dos años después, el 1996, era convocado para la Eurocopa de 1996 en la que la República Checa lograba el subcampeonato tras perder en la Final contra Alemania por 2-1. Su buen papel en la Eurocopa le abrió las puertas del Calcio italiano.

Ese mismo año, el 1996, fichó por la Lazio. Debutó con el equipo el 7 de septiembre de 1996, y su periplo con los romanos se alargó hasta la temporada 2000-2001. En cinco temporadas, Pavel jugó un total de 207 partidos marcando 51 goles (1 gol cada 4 partidos), cifras muy destacables para un centrocampista. En las filas de la Lazio logró ampliar su palmarés sumando 2 Copas de Italia, 2 Supercopas de Italia y la tan deseada Serie A, lograda la temporada 1999-2000 (temporada del doblete de los biancocelesti). Además, ganó a nivel internacional 1 Recopa de Europa y 1 Supercopa de Europa.

Sin embargo, la historia de la melena rubia no iba a terminar en la Lazio. La Juventus de Turín pagó 42 millones de € para hacerse con los servicios de la "Furia Checa", continuando Pavel su travesía futbolística por el Calcio en un equipo que acababa de vender a Zinedine Zidane, jugador al que él debía hacer olvidar. Con el checo en sus filas, la Juventus se alzó con 2 Series A y 2 Supercopas de Italia, amén de los títulos en las temporadas 2004-2005 y 2005-2006 que les fueron retirados por el escándalo del Moggigate. La Juventus descendió de categoría a la Serie B, y con ella la Furia Checa, que se quedaba en el equipo para devolverlo a la élite del fútbol internacional, hecho que sucedería la temporada 2006-2007.

La temporada más destacable de Nedved con la Juventus fue la 2002-2003, en la que remontándole la eliminatoria de las Semifinales al Real Madrid de Zidane, los bianconeri se plantaban en la Final de la Champions League que perderían ante el AC Milan en los penalties (3-2), partido que Pavel no pudo disputar por acumulación de tarjetas amarillas. Amén de su éxito con la Juventus de Turín, Nedved logró volver a triunfar con la selección de la República Checa en la Eurocopa de 2004, llevando a su equipo a las Semifinales en las que fueron derrotados por Grecia.

A título individual, Pavel Nedved fue un centrocampista todoterreno físicamente muy fuerte, un pulmón sobre el terreno de juego. El motor de cualquier equipo. A esta excepcional capacidad física se le unía una capacidad técnica exquisita con el balón en los pies y un disparo desde la media-larga distancia aterrador. Fue, probablemente, el primero de los tantos medios todocampistas contemporáneos, capaz de jugar tanto asumiendo la función del creador del juego, como la del centrocampista zurdo o diestro, como la del centrocampista defensivo, como la del mediapunta más ofensivo. Destruía, creaba y definía. Recuperaba, pasaba en corto, en profundidad, asistía y marcaba. Jugaba y hacía jugar, ejerciendo la función de líder nato sobre un terreno de juego que él controlaba a su antojo.

Y fue el 2003 el año en el que se le reconoció toda su capacidad futbolística, su clase, su condición de estrella eterna de este deporte, imponiéndose en la 48ª edición del Balón de Oro entregado por la revista France Football. El colofón al palmarés colectivo e individual de un jugador que nunca quiso ser más que nadie y que antepuso su corazón bianconero a las ofertas de otros equipos europeos cuando la Juventus descendió de categoría. Un jugador cuyo único objetivo fue el de divertirse jugando al deporte en el que se inició a la edad de 5 años, y que por el camino se encontró con el máximo reconocimiento de todo el mundo futbolístico, que terminó rendido a los pies de su rubia y estelar melena.

La Furia Checa, eterna estrella.




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Leyendas del Fútbol I: Paolo Maldini.


Nacido un 26 de junio de 1968 en Milán, hijo de Cesare Maldini. A pesar de que su padre era por aquel entonces una leyenda rossonera, Paolo era un fan acérrimo de la Juventus de Turín, equipo de su héroe de infancia Roberto Bettega. La influencia de su padre, sin embargo, iba a ser determinante; unos años después, cuando su calidad futbolística empezó a destilar talento, se le planteó la posibilidad de escoger entre una de las dos mejores escuelas de fútbol de Milán: la nerazzurri o la rossoneri. Escogiendo los rossoneri empezó forjando la leyenda de "Il Capitano".

El día de su debut tenía apenas 16 años. Era un 21 de enero de 1985, y entraba al terreno de juego en sustitución de un Sergio Battistini, lesionado, que nunca iba a imaginar que iba a dar paso a la que iba a ser una de las mayores leyendas del fútbol internacional. Era el primer partido de los 648 partidos oficiales que iba a disputar en la Serie A italiana, el primero de los 902 partidos oficiales que iba a disputar defendiendo la elástica rossonera. El primero de tantos que le permitieron lograr la friolera de 7 Scudettos, 5 Ligas de Campeones, 1 Copa de Italia, 5 Supercopas del Calcio, 5 Supercopas de Europa, 2 Copas Intercontinentales y 1 Mundial de Clubes.

Paolo pasó 24 años de su vida en el club de sus amores. 24 años que le permitieron lograr 26 títulos con el AC Milan, pero en los que nunca tuvo su mejor suerte para llevar a su selección nacional, Italia, a la consecución de algún título europeo o internacional. De hecho, quizás es este el único vacío que podemos encontrar en su tan laureado palmarés. Con la selección nacional fue internacional en 126 ocasiones, debutando el 31 de marzo de 1988 ante Yugoslavia y retirándose el 18 de junio de 2002, ante Corea del Sur. En este período destacó por llevar a su selección a las Semifinales del Mundial 90'; la Final del Mundial 94', que perdió ante Brasil en los penalties, y a la Final de la Eurocopa 00', en la que Italia pereció ante Francia por 2-1.

Maldini se define en cinco palabras: talento, técnica, inteligencia, elegancia y equilibrio. Era un defensa completísimo, excepcional. Tan rápido como sereno, tan contundente como limpio, tan agresivo como templado. Jugó fundamentalmente como lateral zurdo y fue reubicado como central a medida que fue perdiendo velocidad, aunque ganando en experiencia. Su capacidad para ejercer su función fue mucho más allá de la de un defensor cualquiera: en toda su trayectoria profesional sólo fue expulsado en cuatro ocasiones; una de ellas por roja directa y las otras tres por doble amarilla. Ocupando su posición de lateral zurdo, Paolo Maldini formó parte de la que fue una de las mejores defensas que se han visto en la historia de este deporte junto a Franco Baresi, Alessandro Costacurta y Mauro Tassoti en el AC Milan de los 80s y los 90s.

Pero la grandeza de una leyenda como Paolo Maldini no reside solamente en sus éxitos futbolísticos, en todos los títulos cosechados a nivel colectivo, en todos los reconocimientos recibidos a nivel individual. Vencer no es suficiente para ganarse el reconocimiento de todo el mundo del fútbol. Emanó los valores del trabajo, la lucha, el esfuerzo, el respeto, la dignidad, la honestidad y la educación. Un futbolista de corazón incondicional que debe su amor al club que se lo dio todo. Maldini fue, ante todo, persona; es, ante todo, leyenda, y será, ante todo, un mito.

Il Capitano, eternamente rossoneri.




Gerard Caelles, Balón Raso.


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