Análisis: la objetividad por objetivo.

Vaya por delante que jamás he justificado ni justificaré un resultado futbolístico alegando a la actuación arbitral. Los errores existen y los árbitros los cometen - para bien o para mal son como nosotros, humanos -, y con ello influyen en el devenir del encuentro. Se puede criticar la actuación arbitral, se puede argumentar que no hizo bien su trabajo y hasta se puede demostrar que perjudicó a uno u otro equipo; sin embargo, sólo aquél que aún no haya aprendido a perder se decidirá por el árbitro para justificar un resultado. Lo aprendí de pequeño leyendo la prensa culé mientras paseábamos por la travesía del desierto - 5 años en blanco así lo atestiguan.

Así que les recomiendo no sigan leyendo si su objetivo es alimentar la polémica, porque no es el objetivo de Balón Raso alimentarla - aunque venda mucho más. Por el contrario, le animo a seguir leyendo si su interés es el fútbol y sólo el fútbol, y si quiere disfrutar de los datos y estadísticas de estos cuatro partidos para que cada cual pueda extraer sus conclusiones.

A nivel goleador,

Pocos goles, 7 en 4 partidos. Una media menor a 2 goles por partido demuestra que en líneas generales las defensas vencieron a los ataques, o quizás más acertadamente, el conservadurismo al atrevimiento. Dos nombres propios han sido los culpables de tan pocos goles: Íker Casillas y Víctor Valdés. Choque de gigantes traducido en muchísima igualdad en el marcador.

A nivel de juego,

El FC Barcelona ha sido indiscutiblamente el dueño del balón. Era lo esperado, pues nadie le ha quitado el balón al Barça de Pep, pero los números quizás sean demasiado contundentes. No obstante, la posesión fue en muchas fases de los distintos partidos una posesión conservadora mediante la cual se tomaban muy pocos riesgos por parte de los azulgrana. Muchísima horizontalidad previa necesaria antes de cambiar el ritmo, de aportarle verticalidad al cuero. Xavi, Iniesta y Busquets sabían muy bien que no cometer errores era la clave; cuando los cometieron, en la Copa del Rey, el Madrid no perdonó.

A nivel de ocasiones,

También mucha igualdad, reflejada en los datos. Todo disparo del FC Barcelona era consecuencia de la combinación en zona cercana al área rival (al menos generalmente, debido a su juego), con pocos disparos desde fuera del área (aspecto a corregir). Para el Real Madrid, los disparos eran ocasiones claras fruto de su presión y de los errores forzados del Barcelona en la creación que cogían desprevenida la defensa azulgrana. 

Las situaciones de peligro, por su parte, son difícilmente analizables. Pueden materializarse o no, pero el simple hecho de rondar el área rival es una situación de peligro. El FC Barcelona las llevaba a cabo fundamentalmente con pases en profundidad cortados por la zaga, o aperturas a la banda que daban pie a posibles centros; el Real Madrid, por contra, generaba situaciones de peligro en las jugadas a balón parado (poco aprovechadas, todo sea dicho) y en los disparos desde la media-larga distancia. Como se ha dicho, los contraataques pasaban a ser ocasiones claras de peligro.

A nivel de faltas,

Como reflejan las estadísticas, el Real Madrid cometió 26 faltas más que el FC Barcelona a lo largo de los 4 partidos (6'5 faltas más de media por partido, aproximadamente). Sin embargo, habiendo visto los 4 partidos llegamos a una conclusión: más faltas no siempre es sinónimo de menos fútbol. Los partidos donde vimos más y mejor fútbol fueron la Final de la Copa del Rey y la vuelta de las Semifinales de la Champions League y, en cambio, han sido los dos partidos en los que hemos visto más faltas. No deja de ser curioso.

El que hayan sido los blancos los que cometieran más faltas sobre el terreno de juego responde a una cuestión muy primaria: quien no tiene el balón y debe recuperarlo es el que suele hacer las faltas; si tú tienes el balón, no hay ninguna razón que te lleve a cometerlas.

A nivel de tarjetas,

Reprodujeron las cartulinas lo que se vio sobre el terreno de juego. Muchísima intensidad, muchísimo choque y en muchas ocasiones, poco fútbol. 29 tarjetas en total en 4 partidos, una media aproximada de 7 tarjetas por partido. El FC Barcelona se llevó más tarjetas en relación a la cantidad de faltas cometidas, mientras que el Real Madrid no pudo terminar 3 de 4 partidos con 11 jugadores sobre el terreno de juego por las expulsiones.

¿Cuál es tu opinión sobre los distintos datos analizados que nos muestran las estadísticas? ¿Crees que el Barcelona tuvo mucha posesión pero poca profundidad? ¿Que uno u otro merecieron más o menos por lo visto y ofrecido en el terreno de juego? ¿Que las tarjetas fueron fruto de la tensión y de las quejas y protestas más que por la dureza de los encuentros, o que por contra la dureza y la intensidad en el choque fue lo que marcó el devenir en este aspecto?


Gerard Caelles, Balón Raso.

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