Ayer venció el Atlético por 0-1 ante el Deportivo de la Coruña. Apareció el Kun, el de siempre, en comunión esta vez con un Forlán - partícipe en la jugada del gol - que a mí siempre me ha parecido pagar los platos rotos inmerecidamente de un equipo que, atlético como él sólo, vive en un sinvivir. Arriba y abajo, babor y estribor, norte y sur; cuál veleta en medio de un huracán.
Ayer noche, sin embargo, quisieron confirmar que han sellado su dirección, Europa, y que ni tornados ni vientos huracanados podrán desviarles del camino que se han marcado: 4 victorias y 1 empate en los últimos 5 partidos parecen ser la señal que esperaba Europa para confirmarles entre sus favoritos. Y es que a falta de 4 jornadas para la conclusión de la Liga BBVA y a la espera de lo que hagan el resto de equipos en la jornada de hoy, el Atlético es de Europa.
Papá, ¿por qué somos del Atleti?
Este adiós no maquilla un hasta luego este nunca no esconde un ojalá estas cenizas no juegan con fuego este ciego no mira para atrás este notario firma lo que escribo esta letra no la protestaré ahórrate el acuse de recibo, estas vísperas son las de después a este ruido tan huérfano de padre no voy a permitir que taladre un corazón podrido de latir este pez ya no muere por tu boca este loco se va con otra loca estos ojos ya no lloran más por ti |
Para decir condios a los dos nos sobran los motivos, que cantaba el genio Joaquín Sabina. Y es que siempre les sobrarán los motivos para soñar, para poder esconder un ojalá. Para creer, no en los que mandan ni en los que no corren, sino en los que gritan, cantan y animan; no en los que no se dejan la piel, sino en los que se dejan la garganta; no en los que mueven el dinero, sino en los que mueven el estadio; no en los que viven del Atlético, sino en los que se desviven por el Atlético. No en todos, sino en ellos. Los que la sufren día y noche, la camiseta; los que los sienten día y noche, los colores; los que lo viven riendo y llorando, el Atlético. Por esto, hijo; por esto somos del Atleti. #dilesquesevayan
Gerard Caelles, Balón Raso.
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Gerard:
ResponderEliminarLos atléticos vivimos, efectivamente, en Sinvivir s/n. Esa es nuestra dirección. Frente a la vieja fábrica de Mahou. A muchos les parece un barrio demasiado humilde, pero nosotros estamos orgullosos. Porque es una casa grande, muy grande, donde cabemos todos; incluso los que se quedan fuera. El Atleti no tiene fronteras. No cabe en delimitación alguna. Es omnímodo, y su indentidad es inequívoca. Está por encima de cualquier otro factor. Se podrá preguntar quién es el presidente, quién el entrenador, o qué puesto ocupa en la tabla. Pero nadie tiene dudas acerca de quién y qué es el Atleti. Solo eso ya nos hace importantes.
Se hace evidente, por tu blog, que tú también sabes de la identidad que proporcionan unos colores. De esencias indefinibles, ancestrales y eternas; muy arraigadas y casi místicas. Te felicito. Por desgracia, en estos tiempos de fútbol cortoplazista, no todos pueden decir lo mismo.
Y sí: vamos a por Europa. No me atrevo a decir Champions --aunque aún no es imposible-- pero estaremos como poco en la Europa League. Una competición que, de momento y todavía, lleva nuestro nombre.
Un saludo con Latido Rojiblanco (Kun-Kun).