Entrenamiento, trámite, amistoso, pachanga y demás cualificativos son los que se oyeron en los días previos del partido que iba a enfrentar al Real Betis con el FC Barcelona. Y es que el resultado (engañoso) de 5-0 en la ida para el FC Barcelona dejaba poco o nada por disputar según el parecer de muchos que, o han visto muy poco fútbol, o aún no han entendido que este Betis es muy grande -lo que está haciendo Pepe Mel es de escándalo.
Pero Pep Guardiola ya había avisado. Ha sido jugador y ahora es entrenador. Ha vivido de todo en el mundo del fútbol, que tan loco está, y avisó en rueda de prensa que "el partido tiene que disputarse" en referencia al partido de vuelta. "No me fío de este Betis", dijo en alusión a un equipo que pudo dar el campanazo en la ida fruto de un juego bellísimo del mejor equipo al que se han enfrentado los azulgranas en mucho tiempo. Y ante tales palabras, no fueron pocas las voces que, otra vez, se alzaban en contra de la supuesta falsa modestia de Pep: "solo lo dice para quedar bien, no hay fundamento alguno que pueda hacernos pensar que el Betis puede remontar". Señores, esto es futbol y este es el único fundamento: el fútbol está loco. Si el Manchester United le remontaba un 1-0 al Bayern de Munich en el tiempo de descuento en una final de la Champions, y el Liverpool de Benítez igualaba en una segunda parte excepcional el 3-0 conseguido por el Milan en la primera parte -ganando después los ingleses la Final a los penalties-, ¿qué nos podía hacer pensar que una locura de tales dimensiones no podía suceder en favor de un equipo que practica un fútbol de primera?
Minuto 2, gol del Betis en un lanzamiento de falta. El 1-0 sube al marcador. El Barça aún no había tenido tiempo de asentarse en el terreno de juego, y ya iba perdiendo -algo insólito. Minuto 7, gol del Betis en una jugada en la que falla Milito, lento ayer. El 2-0 se refleja en el marcador y quedaban aún 83 minutos de eliminatoria. Ocheinta y tres minutos. Y pudo subir el 3-0, de no ser por un espectacular Piqué que con su zurda tocaba lo justo para que el Real Betis no se lo creyera -si no es que no se lo había creído ya. Fueron minutos difíciles en los que un juego exquisito del Real Betis puso contra las cuerdas al FC Barcelona, el mejor equipo que he visto yo sobre un terreno de juego. Luego llegaría el de siempre, Messi, marcando el 1-2 que obligaba a los béticos a meter 5 goles más para llevarse la eliminatoria -tarea complicada- aunque tuvieron tiempo de meter otro más para el 3-1 final.
El Betis tuvo sus opciones. Vaya si las tuvo, que más de uno debió pasarse los primeros 30 minutos de partido frotándose los ojos y pellizcándose para saber si lo que estaba viendo era real. Porque menudo meneo. De acuerdo: solo Piqué, Xavi y Messi, titulares habituales, salieron ayer al terreno de juego de inicio. Pero igualmente, el trabajo que hizo el Betis fue tremendo. Llevaban un 5-0 de la ida teniendo que jugar contra el mejor equipo del planeta del momento, el que mejor fútbol practica, el que más tiene el balón, el que más domina y más roba, el que más presiona, el que más marca y al que menos le marcan, y salieron a jugar como si ellos fueran los reyes de este deporte. Esa ambición, ese saber hacer, ese correr a presionar cuando estás 5-0 abajo, esas ganas de querer demostrarle al mundo que están en Segunda pero que son de Primera, me ha fascinado. Este Betis es "Mucho Betis" y ayer se ganaron un admirador más. Mucha suerte en vuestro regreso a Primera División y muchas gracias por mostrar ayer, al mundo, lo magnífico que es el fútbol.
Gerard Caelles, Balón Raso.
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13.1.2011. BCN 5 - Betis 0.
ResponderEliminarDemasiado castigo me pareció. Enhorabuena, en cualquier caso, a mi querida afición verdiblanca por el partidazo que hicieron los suyos. Yo, cuando perdamos 5-0, quiero que sea así (Llourinho debe de pensar algo parecido). Ha quedado demostrado: el Betis YA ES DE PRIMERA. No solo es de primera, sino que tiene más fútbol que la mayoría de los equipos de la división de honor. Sin lugar a dudas, fue el mejor equipo que ha pasado por el coliseo blaugrana esta temporada. Que aprendan otros clubes más grandes (midiendo la grandeza en el plano material, por supuesto), que cosecharon idénticos resultados sin llegar a ofrecer ni una triste sombra de la gran imagen que dieron los de Mel.
Me gustaron mucho la colocación, la presión y, más que nada, la valentía del Betis. Tocando bien y saliendo hacia arriba con velocidad y el balón controlado. Durante gran parte del partido (básicamente hasta el 2-0), el BCN pareció algo desquiciado, incapaz de hipnotizar al rival con su habitual estrategia del péndulo basculante. Lo dicho: muy buen partido. Me encantó el tándem Juande-Juanma, sobre todo este último, ahogando en la presión y sacando el balón con criterio y rapidez en cuanto se robaba. Chapeau. Y chapeau también para el portero, el mejor del equipo, a pesar de los cinco goles encajados. Si ese es el portero suplente..., ¡cómo será el titular!. Enorme Iriney. Y mención especial también para Isidoro, un lateral con bastante más clase de la que suele exigirse para ese puesto. Lástima la falta de acierto de Rubén Castro; ¡qué gran disparo tiene ese chico!. Por poner algún pero, mejorable la actitud defensiva de Israel, que rompió el fuera de juego en un par de ocasiones y estuvo a punto de liársela a su propio portero.
Insito: partidazo para enmarcar del Betis. Lucha, entrega, clase, criterio, velocidad, gran deroche físico y fenomenal despliegue táctico. Sin tirar la toalla y peleando hasta el último momento por el gol, que mereció con creces; incluso más de uno. Cualquier otro equipo habría caído rendido con holgura.
Pero el BCN es mucho BCN, sobre todo cuando Messi (definitivamente, de otro planeta) cree que le debe algo a su afición (en realidad, es al contrario). Como decía no hace mucho el cronista de AS en una preciosa crónica muy poco habitual en la prensa deportiva madrileña (http://www.as.com/futbol/articulo/futbol-borbotones/20101212dasdasftb_57/Tes): se le cae el fútbol de los bolsillos.
Ánimo, béticos, y a llenar el Villamarín en la vuelta. Os esperamos en primera en cuanto acabe la segunda vuelta: un mero trámite para vosotros.